Después del trasplante hay que seguir un tratamiento a base de inmunosupresores y seguir una serie de consejos en relación con la dieta y los hábitos de vida saludable.
La persona trasplantada debe seguir un tratamiento de inmunosupresores. Estos medicamentos deberán tomarse siempre, aunque con el tiempo la dosis necesaria puede reducirse. El cumplimiento en la toma de estos medicamentos es básico para el éxito del trasplante.
La persona trasplantada debe estar atenta a las señales de alerta que puedan indicar algún tipo de infección o situación de rechazo del nuevo órgano. El médico le habrá indicado cuáles suelen ser los síntomas habituales.
En relación con la dieta existen varios aspectos que deberán ser vigilados, como son el número de calorías, la sal, los azúcares y las grasas.
Es positiva la realización de ejercicio físico, si bien hay que hacer una valoración individual como en el resto de apartados.
La actividad sexual puede retomarse posteriormente al alta hospitalaria; se aconseja utilizar métodos anticonceptivos al menos durante un año. En relación con el embarazo, si el trasplantado es hombre se puede valorar a partir del primer año, en caso de ser una mujer hay que valorar junto con el médico y de forma individual la conveniencia.
El resto de aspectos del día a día, como el hecho de tener animales de compañía, realizar viajes o la higiene personal y del hogar, están orientadas a la prevención de infecciones (animales vacunados, no viajar a zonas donde se pueda tener una infección, etc.).
Organització Catalana de Trasplantaments
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