viernes, 16 de marzo de 2012

El ayuno agradable al Señor

Podemos leer en Isaías 58,6: “Este es el ayuno que yo amo -oráculo del Señor- (…) compartir tu pan con el hambriento, albergar a los pobres sin techo, cubrir al que ves desnudo y no despreocuparte de tu propia carne”.
 
Es tiempo de Cuaresma, nos preparamos para la Pascua.
El Profeta nos habla de la dimensión social de la conversión por medio de gestos que señalan que nuestras acciones no  son algo extrínseco; lo que nos acerca a Dios es el Compartir.
Hoy un grupo de hermanos de la Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial donó sangre en forma voluntaria. La colecta estuvo a cargo del Programa Provincial de Hemoterapia.
La sangre es una parte de nuestro cuerpo que se renueva permanentemente y por eso podemos donar dos veces al año sin que nos produzca daño alguno. Es un gesto de responsabilidad social, de hermandad, de solidaridad suprema.
Leer la palabra hace bien, compartir la concreta.

Pedro A. Zukas
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